Consejos para ayudar a tus hijos con los deberes
10.11.2022

La mayoría de los niños tienen más éxito en la escuela cuando sus padres se interesan por su trabajo escolar y les ayudan a hacer los deberes. Sin embargo, ayudar con los deberes puede ser todo un reto. Querrás encontrar un equilibrio entre que tu hijo complete la tarea correctamente y dejarle trabajar de forma independiente, para que mejore su comprensión y aprenda por sí mismo.
Si buscas consejos para padres sobre los deberes, sigue leyendo para saber cómo crear una zona de estudio productiva y cómo fomentar y apoyar eficazmente el aprendizaje y el desarrollo de tu hijo.
Crea un espacio de estudio
Disponer de un espacio dedicado al estudio para tu hijo será una gran motivación para él. Puede tratarse de un puesto de trabajo que esté permanentemente preparado para trabajar, o puede que necesites utilizar un espacio que a veces se usa para otras actividades.
Si el espacio va a ser multifuncional, una caja de transporte puede ser útil para mantener ordenado el equipamiento de tu hijo cuando no se utiliza, pero fácilmente accesible cuando se necesita. A la hora de estudiar, la zona debe estar despejada, con buena iluminación y el equipo necesario para realizar la tarea.
Proporciona las herramientas de estudio adecuadas
Una vez decidido el espacio de estudio, debes asegurarte de que tu hijo dispone del equipo adecuado para hacer los deberes. También pueden necesitar tijeras, un dispensador de cinta adhesiva y una papelera, dependiendo del tipo de tareas que vayan a realizar. También debes proporcionarles herramientas para que se mantengan organizados, como un bote de bolígrafos para mantener su escritorio despejado. Esto les ayudará a centrarse en su trabajo.
Puede que el colegio les proporcione cuadernos de trabajo, pero puede ser útil que tengan un cuaderno extra para otros trabajos que no sean tareas del colegio. Debes recordar que algunas tareas pueden requerir que muestren su trabajo y planificación, por lo que debes asegurarte de que sepan qué trabajos preliminares deben hacer y cuáles son los que, al final, deben incluirse.
Los niños mayores pueden necesitar material de archivo para organizar su trabajo y sus documentos. Puede ser útil tener carpetas de distintos colores para cada asignatura, para que les resulte más fácil encontrar lo que necesitan y archivar sus papeles en el lugar adecuado.
Ayuda con los deberes sin hacerlos por ellos
Debes estar disponible para apoyar a tu hijo mientras hace los deberes, pero debes procurar no acabar haciendo el trabajo por él. Es posible que los niños más pequeños necesiten más ayuda y que tengas que sentarte con ellos mientras realizan sus tareas.
Es posible que los niños mayores sólo necesiten hablar de la tarea al principio, para que sepan lo que tienen que hacer. Es posible que tengan que volver a pedirte consejo si se atascan, por lo que debes permanecer en la misma habitación o cerca para que puedan hablar contigo si lo necesitan.
Si tu hijo se atasca con su trabajo, colabora con él en lugar de limitarte a decirle lo que tiene que hacer. Puedes ayudarle a entenderlo y así, puede resolverlo por sí mismo. Así que hazle preguntas para intentar guiarle hacia la respuesta correcta. A veces, trabajar juntos en un problema puede ayudarle a refrescar la memoria para que puedan resolver el resto solos.
A veces puede ser útil elaborar un plan de deberes, sobre todo si tu hijo tiene que trabajar en un proyecto importante. Habla con tus hijos de lo que necesitan y, juntos, dividan el proyecto en partes más pequeñas. Pregúntale cuánto tiempo cree necesario para cada parte y crea un calendario para terminar el proyecto antes de la fecha límite. Esto puede hacer que un proyecto grande sea mucho más manejable y trabajar en él con tu hijo le animará a terminarlo.
Identifica cuándo tu hijo necesita un descanso
Vigila a tu hijo cuando esté trabajando. Si parece que tienen dificultades y se sienten frustrados, puede que sea el momento de que se tomen un descanso. Un cambio de aires puede ser realmente eficaz para ayudarles a reajustarse y volver a la tarea con una nueva perspectiva.
Tal vez quieras dar un paseo con ellos al aire libre o simplemente sentarte en otra habitación con un tentempié. Es posible que tu hijo quiera hablar de lo que está aprendiendo y de sus dificultades, lo que puede ayudarle a resolver el problema.
El tiempo que tu hijo deba dedicar a las tareas en casa variará en función de su edad. El colegio suele dar orientaciones sobre el tiempo que deben durar los deberes. Por lo general, se aconseja que los niños más pequeños pasen de 10 a 30 minutos por noche y los mayores pueden necesitar de una hora a dos horas por noche.
Debes controlar cuánto tiempo estudia tu hijo y recordarle que se tome un descanso o que vuelva al proyecto otro día si lleva demasiado tiempo trabajando. Esto evitará que trabajen en exceso y que vean los deberes como una tarea.
Reducir las distracciones
Intenta reducir las distracciones para que tu hijo pueda concentrarse en su trabajo. Esto incluye la televisión, el teléfono móvil, la música y los videojuegos. Sin embargo, debes tener en cuenta que cada persona tiene métodos de estudio diferentes. Algunos niños pueden trabajar mejor con algo de música o ruido ambiental que les ayude a concentrarse.
A algunos les gustará estudiar en una zona común, mientras que otros trabajarán mejor en una zona de estudio tranquila y privada. Habla con tu hijo sobre dónde le gustaría trabajar y qué tipo de entorno necesita para limitar las distracciones en su trabajo.
Los hermanos y otros miembros de la casa deben saber que cuando alguien está trabajando en la zona de estudio designada, no se le debe molestar. Si el área de estudio tiene que estar en una zona común, puedes utilizar señales para indicar a los demás lo que se espera de ellos. Por ejemplo, una señal verde podría indicar que se puede hacer ruido, mientras que una señal roja podría significar que se necesita silencio cuando se está en esa zona. Esto puede ayudar a tu hijo a concentrarse en su trabajo.
También hay que recordar que, a veces, la tecnología puede ser necesaria para que el niño haga los deberes. Puede que necesiten utilizar su teléfono o su portátil para investigar algo en Internet, o que necesitan hablar con un compañero para que les ayude.
Si te preocupa que tu hijo se distraiga con demasiada facilidad con otras aplicaciones en sus dispositivos, debes vigilar lo que utiliza. Existen aplicaciones que limitan el uso de las redes durante determinados periodos de tiempo, de modo que puedes bloquear las plataformas de redes sociales y otros sitios web cuando tu hijo esté estudiando.
Déjales decidir su horario
Dar a tu hijo cierta autonomía en sus deberes puede ser una gran motivación. Una forma de hacerlo es dejarles opinar sobre su horario. Por ejemplo, un fin de semana pueden disponer de una hora para realizar una actividad, como jugar al aire libre o hacer manualidades, y otra para hacer los deberes.
Puedes dejarles decidir el orden en que realizan cada actividad, con la condición de que ambas deberán estar terminadas al final del día (o antes de la hora de la cena o del baño; es conveniente que encuentres una hora de finalización que permita terminar los deberes mientras tu hijo tiene energía y concentración, es decir, no demasiado tarde por la noche). Tu hijo estará más motivado para hacer los deberes si tiene cierto control sobre cuándo puede hacerlos.
Los niños más pequeños pueden necesitar que se les recuerde cuánto tiempo les queda para completar su actividad y sus deberes. Independientemente de la edad del niño, puede ser útil tener un recordatorio visual para que pueda controlar mejor el tiempo. Puedes utilizar una pizarra blanca para dibujar su horario del día, de modo que puedan ver lo que se espera de ellos, y un reloj de pared puede ayudarles a ver la hora.
Nuestros relojes de pared son silenciosos, sin ruido de tictac, por lo que pueden utilizarse en zonas de estudio con mínimas distracciones. Además, nuestro reloj de pared Leitz Cosy viene con un rotulador de borrado en seco para que pueda escribir en la esfera del reloj cuándo su hijo tiene que empezar a hacer los deberes, para que le resulte claro y sencillo cumplir su horario.
Comunicarte con la escuela
Debes hablar con el profesor de tu hijo para asegurarte de que entiendes lo que se espera de ti y de tu hijo en lo que se refiere a sus deberes, incluida la cantidad que debe hacer a la semana y el grado de implicación que debes tener. Intenta asistir al mayor número posible de actos escolares, como las reuniones de padres.
A veces, a los padres les cuesta ayudar con los deberes porque les han enseñado un método diferente al que se ha enseñado al niño. Algunas escuelas también ofrecen talleres, sobre todo en torno a asignaturas como las matemáticas. Debes estar atento y asistir a ellas cuando puedas o pedir al profesor un resumen rápido si sabes que a tu hijo le han enseñado algo de una forma distinta a la que tú conoces.
Si tu hijo tiene dificultades con alguna tarea, habla con su profesor. Tal vez pueda sugerirte algunas estrategias para ayudarle, o puede que tu hijo necesite más apoyo en la escuela para una asignatura concreta.
Dependiendo de la gravedad de la situación, puede que sólo tengas que escribir una nota al profesor explicándole que has tenido que proporcionarle ayuda extra para que tu hijo pudiera completar la tarea. Si tu hijo no ha sido capaz de realizar la tarea en absoluto, lo mejor será que hables directamente con el profesor.
Predicar con el ejemplo
Los niños se animarán más a hacer los deberes si tú también estás "estudiando". Así, en lugar de sentarte a ver la tele mientras ellos hacen los deberes, podrías participar en una actividad similar a la suya. Si están leyendo, también podrías leer un libro en la misma habitación que ellos. Si están haciendo los deberes de matemáticas, aprovecha para poner en orden tu propia administración financiera.
Será motivador para un niño ver que tú también estás haciendo una actividad como la que ellos tienen que hacer. Será más probable que sigan tu ejemplo y vean que hacer los deberes es una parte de la vida que hay que hacer, da igual que seas niño o adulto.
No fuerces ni sobornes
Nunca debes obligar o sobornar a tu hijo para que haga los deberes. Debes evitar que tu hijo vea los deberes como un castigo o una tarea, sino como una oportunidad para aprender. Si tu hijo se resiste a hacer los deberes, puedes intentar explicarle por qué son una ventaja, por ejemplo, cómo pueden reforzar lo que han aprendido en el colegio para ampliar y mejorar su comprensión.
Si tu hijo sigue negándose a hacer los deberes, debes hacerle ver cuáles serán las consecuencias. El niño tendrá que explicar al profesor por qué no ha hecho los deberes y es probable que se dé cuenta de que va retrasado en la lección. También es probable que pierdan parte o todo su tiempo de recreo para hacer los deberes en el colegio.
No hacer los deberes una o dos veces en los primeros años de colegio no afectará demasiado a su trayectoria académica, pero les enseñará cuál es la finalidad de los deberes y que habrá consecuencias por no hacerlos. En general, se darán cuenta de que es mejor hacer los deberes en casa que perder el tiempo de recreo en el colegio.
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