Cómo configurar una oficina en casa

14.05.2022

Cómo configurar una oficina en casa

¿Crees que tus días de trabajo desde la mesa de la cocina han terminado ahora que la pandemia del COVID-19 parece estar controlada? Yo no estaría tan seguro.

Aunque se ha hablado mucho de que las empresas están presionando para que los trabajadores vuelvan a la oficina, eso no refleja toda la verdad. Una encuesta reveló que el 19% de las empresas planeaba poner fin al trabajo a distancia por completo una vez que se levantaran todas las restricciones por la pandemia. Sin embargo, esta cifra es inferior a la mitad del 42% que afirma que permitirá que al menos una parte de su plantilla trabaje desde casa algunas veces.

Además, el 16% de las empresas afirma que ahora contrata exclusivamente a trabajadores a distancia, por razones que van desde la reducción de los alquileres de las oficinas hasta la ampliación de la red para encontrar a los mejores candidatos. Y si se tienen en cuenta estadísticas como la de que los trabajadores a distancia pueden ser hasta un 47% más productivos que cuando están en el lugar de trabajo, esta cifra puede seguir aumentando.

Así que seria posible que tu próximo puesto de trabajo fuera desde casa.

La diferencia ahora con respecto al inicio de la pandemia es que todos sabemos en qué consiste el trabajo a distancia. No te van a mandar a casa un día y esperar que trabajes desde cualquier rincón tranquilo de tu casa que encuentres y con los niños por casa. Si optas por un puesto de trabajo en casa, o negocias acuerdos flexibles con tu actual empleador, tienes tiempo para crear una pequeña oficina en casa para ti.

Entonces, ¿qué necesitas exactamente de una oficina en casa para trabajar de forma productiva? Estos son los aspectos esenciales en los que hay que centrarse.

La comodidad equivale a la seguridad

Dejemos esto claro desde el principio. Trabajar desplomado en el sofá o reclinado en la cama con el portátil sobre las rodillas durante horas, día tras día, es malo. Al principio te parecerá cómodo. Pero con el tiempo someterás a tu cuerpo a una tensión considerable que podría provocar fácilmente una lesión a largo plazo.

La primera regla de la comodidad en la oficina en casa es configurar el espacio de trabajo de forma ergonómica. Eso significa una silla de oficina de buena calidad que apoye tu espalda. Es conveniente que la pantalla del ordenador esté en posición horizontal con respecto a los ojos para no tener que inclinar la cabeza mientras se trabaja, lo que puede suponer una enorme tensión para el cuello. Ten al alcance de la mano los objetos que utilizas habitualmente para no arriesgarte a sufrir tirones y otras lesiones al alcanzarlos en un ángulo extraño (sí, sucede).

Además de los artículos más costosos, como el escritorio y la silla, invierte en elementos como elevadores para el portátil y la pantalla, para colocar el ordenador en la posición correcta con respecto a tus ojos. Los reposamuñecas para el ratón y el teclado ayudan a prevenir las lesiones por esfuerzo repetitivo. Otro principio importante es asegurarte de hacer descansos regulares y mover los músculos para mantener la circulación. Puedes hacerlo mientras trabajas con un simple reposapiés balancín para las piernas. Una mejor circulación significa también mayor concentración y productividad.

Un buen almacenamiento te ayudará a vencer el desorden

Una de las cosas que la gente tuvo que afrontar durante la pandemia fue cómo encajar toda la parafernalia que necesitaban para el trabajo en sus ya abarrotadas. La escasez de espacio, y especialmente la escasez de espacio de almacenamiento, conduce rápidamente al caos y al desorden. No puedes esperar ser más productivo cuando estás buscando el archivo del proyecto en el que estabas trabajando ayer entre todo el desorden de tu vida personal.

El almacenamiento y la organización son esenciales para las oficinas en casa, y son más importantes cuanto más apretado esté el espacio. Empieza por pensar detenidamente en lo que realmente necesitas para trabajar con eficacia. Mantén las cosas en un mínimo absoluto. Y las cosas que necesitas, intenta pensar en pequeño. Los portátiles son mucho más eficientes en cuanto a espacio que los ordenadores de sobremesa grandes y pesados. Del mismo modo, si necesitas maquinas como una impresora, una destructora de papel, una plastificadora, etc., opta por modelos compactos de sobremesa diseñados para su uso en la oficina en casa.

Cuanto mejor te organices a la hora de trabajar, más fácil será mantener el orden a pesar de las restricciones de espacio. Unas simples carpetas de documentos y unas cajas de archivo pueden marcar la diferencia si te encuentras rápidamente con que tu espacio de trabajo está lleno de papeles. Los organizadores de escritorio te ayudarán a mantener los artículos de papelería y otros elementos esenciales ordenados y al alcance de la mano. Hoy en día se pueden comprar incluso productos de doble función que sirven como cargadores de teléfonos y concentradores USB.

Ilumina tu espacio de trabajo

Si es posible, es recomendable encontrar un espacio orientado a una ventana para tu oficina en casa. Esto te permitirá aprovechar la luz natural. Es sorprendentemente fácil forzar la vista si se trabaja con poca luz durante muchas horas. Al mismo tiempo, al tener la ventana frente al escritorio, se evita el problema de los reflejos en la pantalla.

Invierte en unas persianas de buena calidad para regular la cantidad de luz solar que te llega en los días más luminosos. Y para esas cortas tardes de invierno en las que puedes necesitar trabajar hasta bien entrada la noche, hazte con una lámpara. Las lámparas de pie son las más cómodas para moverse y encontrar la posición óptima. Elije una con un cuello flexible. Para la eficiencia energética, las bombillas LED son la mejor opción. Elige bombillas brillantes con mucha luz azul para ayudarte a mantenerte alerta incluso cuando los niveles de luz natural disminuyan.